Víctor Luengo, Director de Relaciones Institucionales del Valencia Basket: «Isaval también es cultura del esfuerzo»
Víctor Luengo, una figura emblemática en el mundo del baloncesto español, ha dejado una huella imborrable como jugador del Valencia Basket. Tras una trayectoria exitosa en el deporte, Víctor Luengo, actual director de relaciones institucionales del club valenciano, se ha consolidado como un referente dentro y fuera de la cancha.
Con motivo de los 10 años de patrocinio de Isaval con el Valencia Basket y la consecución de la copa de la Liga Femenina Endesa, hemos querido charlar con Víctor Luengo, una figura clave en el presente y futuro del club.
Antes de comenzar, cuéntanos, ¿Quién es Víctor Luengo?
Soy Victor Luengo, exjugador de Valencia Basket. He jugado durante casi 19 años como profesional y, actualmente, soy el Director de Relaciones Institucionales del club.
Tu trayectoria y experiencia en el mundo del baloncesto es evidente pero, ¿cómo fueron tus primeros pasos en este deporte?
Bueno pues, como todo pequeñajo o niño, empieza en el colegio. De ahí salté a unas pruebas que hicieron en el club, en el Valencia Basket, a través de un vecino de casa que me vio alto y decidió apuntarme. Desde los 13 años estoy vinculado al Valencia Basket y a este mundo del baloncesto.
Dentro de todo lo que viviste como jugador, ¿recuerdas cómo fue el día de tu debut?
Sí, lo recuerdo perfectamente porque venía de una lesión bastante importante. Fue contra el Joventut a finales de noviembre del 92. Recuerdo que ese partido perdimos, pero me dieron la oportunidad de saltar a La Fonteta y hacer mi debut contra todo un ídolo, que era para mí entonces Villacampa.
Actualmente eres Director de Relaciones Institucionales en el club, ¿en qué se basa y qué es lo que más te gusta de este puesto?
Se basa un poco en tender puentes en todas aquellas relaciones que tengamos desde el club, ya sean con ligas privadas, federaciones, ayuntamientos, gobiernos locales…
Allí donde se necesite un poco negociar o tender puentes es mi tarea hoy en día. Me gusta mucho porque, además de conocer otra parte del deporte, conoces a mucha gente, conoces muchas vidas distintas y eso a mí siempre me ha llamado la atención.
Cuando estabas en la pista, ¿te veías trabajando en las oficinas?
No, la verdad que no. Cuando juegas a baloncesto, te dedicas a jugar a baloncesto y, cuando te vas acercando al final de tu carrera, es cuando vas empezando a pensar qué va a ser de ti cuando te retires.
En ningún momento pensaba que iba a estar durante tanto tiempo vinculado al club de mi vida, en este caso no siendo la parte deportiva. Porque, normalmente, cuando te retiras, te vinculan a ser entrenador, a ser director deportivo… En este caso di el salto a la parte de marketing y, de ahí, a lo que soy hoy el día: Director de Relaciones Institucionales.
¿Qué experiencias has tenido en las oficinas que no hayas vivido en la cancha?
Bueno, hay muchas cosas muy distintas y otras muy iguales. Al final esto de trabajar en equipo, de tener unos objetivos, que todo el mundo vaya hacia una misma dirección… Es muy parecido a lo que yo he vivido como profesional.
Indudablemente, hay cosas muy diferentes como el tema de horarios, fines de semana… Muchas cosas del trabajo son diferentes a cuando era jugador profesional.
¿Cuál es la importancia de los patrocinios para el desarrollo y sostenibilidad de equipos deportivos como es el caso del Valencia Basket?
Es una de las patas importantes. Indudablemente, nosotros tenemos un mecenas que es Juan Roig, que nos aporta parte importante de lo que es el presupuesto. Otra es el ticketing con los aficionados y otra, sin duda, son los patrocinadores, sin ellos no sería posible que hoy en día el club fuera lo que es.
Para el deporte, en general, el patrocinio yo creo que da mucho también. A parte de los valores y la exposición de marca, creo que las relaciones personales y empresariales que se dan son muy importantes. Así que, las sinergias que puedan ocurrir entre empresa y deporte, siempre son interesantes y yo creo que beneficia a las dos partes.
¿Cómo es la colaboración con Isaval como patrocinador del Valencia Basket? ¿Qué beneficios ha aportado esta asociación?
A mí, personalmente, es un patrocinio que me toca muy en lo personal porque fui un poco la persona que se puso en contacto. La relación con la familia Vallejo y con Isaval en general siempre ha sido magnífica.
Por su parte nunca hemos tenido ningún problema, sino más bien al contrario: siempre han sido muy dinámicos en ponernos en valor y en hacer cosas que a lo mejor a nosotros no se nos pasaban por la cabeza. En esa parte ha sido siempre de 10.
Yo creo que para Isaval el estar junto a Valencia Basket en una época en la que hemos ganado títulos, en la que ha crecido el equipo femenino, en el que ha crecido junto con ellos, llevando el nombre de Isaval en las camisetas que han sido campeonas tanto de la liga femenina como de la liga masculina, pues creo que eso también, a parte del orgullo que puede sentir una empresa como Isaval de estar ligada, el reconocimiento de marca que puede tener es importante.
¿Qué criterios o valores busca el Valencia Basket al seleccionar a sus patrocinadores?
Bueno, tenemos varios criterios. Uno de ellos es que intentamos que el tejido industrial valenciano siga creciendo, con lo cual buscamos asociaciones con marcas valencianas. Isaval era una, sin duda, de las que cumplía esos requisitos.
También, que fueran también muy activos a la hora de activar los partidos porque, como sabéis, el baloncesto tiene muchas activaciones dentro y fuera de la misma pista, cosa que también Isaval ha sido siempre muy propenso a hacerlo.
En general, buscamos siempre unos patrocinios que no solo sean de marca, sino que sean bastante activos en la relación en cuanto a lo que podemos hacer una y otra parte. Creo en el éxito de un buen patrocinio a largo tiempo. Siempre que me sentaba con alguien a negociar, yo lo que pensaba era tener una relación muy larga, que no sea una relación de 1, 2 o 3 años, sino todo lo contrario. Gracias a Dios, Isaval es uno de los ejemplos en los que empezaron como una cosa, hemos ido alargando en el tiempo y lo que nos queda.
¿Crees que ha cumplido Isaval con estos criterios y valores?
Sí, Isaval sin duda. El hecho de ser una empresa familiar a parte de los valores intrínsecos que puede llevar, el deporte y uno además muy importante que llevamos que es cultura del esfuerzo, yo creo que esta empresa lo lleva al máximo también.
La cultura del esfuerzo haciendo crecer una empresa familiar a lo que es hoy en día. Para nosotros siempre ha sido un partner importante y lo seguirá siendo durante muchísimos años.
¿Cómo se ha visto reflejado el impacto del patrocinio de Isaval en los aficionados del Valencia Basket?
Yo creo que sí, de hecho, una de las cosas que pudimos hablar con Isaval es que muchos aficionados querían pintar con Isaval: que no sabían dónde podían ir a comprarlo, qué descuentos podían ofrecerles…
Yo creo que esa imagen de marca y, a parte, ese reconocimiento lo ha tenido gota a gota, año tras años, hasta que hoy en día vas a cualquier aficionado y le preguntas con qué pintura pinta el Valencia Basket y, seguramente no, al 100% te dirán que Isaval.
Es un trabajo que habéis hecho muy bien por vuestra parte y que por la nuestra se ha visto reflejado en ese reconocimiento.
¿Cómo ha sido la respuesta de la afición del Valencia Basket ante los logros del equipo femenino? ¿Ha habido algún cambio notable en términos de asistencia a los partidos?
Siempre ha habido un reconocimiento bastante importante por parte de la afición. Ha habido una afición al baloncesto femenino que estaba ahí latente, pero que estaba dormida por la desaparición de lo que en su momento fue el Ros Casares.
El crecimiento nuestro, que ha sido muy rápido, ha hecho que la gente que estuviera ansiosa de ver baloncesto femenino volviera otra vez a una cancha de baloncesto. También se han ido añadiendo, indudablemente, gente de nuestro propio aficionado que venia de una parte masculina y que, hoy en día, se ha aficionado a la parte femenina porque ve un baloncesto mucho más dinámico, se consiguen logros, es un ambiente muy familiar… Bueno, hemos crecido hasta tal punto que empezamos 600-700 asistentes y hoy en día hacemos llenos casi de 3.000, 4.000 e incluso de 6.000 espectadores para ver un partido del femenino. Hace unos 5 ó 6 años era prácticamente algo imposible.
¿Cuál es vuestra visión a largo plazo y cuáles son vuestras metas con el equipo femenino del Valencia Basket?
Nuestra visión con el equipo femenino es que el crecimiento siga siendo bastante brutal en cuanto a números, a gente que demanda venir a ver el baloncesto…
A nivel de club, indudablemnete, seguir creciendo en esa faceta: intentar que el equipo siga nutriéndose de lo que es L’Alqueria del Basket, de estas jugadoras jóvenes que despuntan y que puedan ayudar a que el equipo siga creciendo y consiguiendo títulos.
Una de las cosas más importantes que hace el club es tratar desde un principio con la misma igualdad a unos y a otras, en cuanto a comunicación, exposición, partidos… Todo igual que el masculino, como no podría ser de otra manera. Eso también ayuda a que la gente conozca qué es lo que está pasando con el baloncesto femenino en Valencia.