Guía para una restauración efectiva de piscinas
La restauración de una piscina es un proceso que requiere un análisis detallado del soporte y de las patologías existentes. La elección de los materiales adecuados y la correcta aplicación de las soluciones garantizan una recuperación efectiva y duradera.
En esta guía, abordaremos los pasos necesarios para restaurar piscinas de diferentes tipologías, centrándonos en tres tipos de soportes principales: piscinas cementosas, revestidas con gresite y de poliéster.
Restauración de piscinas cementosas
Las piscinas de hormigón o cemento suelen sufrir el paso del tiempo debido a su exposición constante a factores externos como el agua, los cambios de temperatura y los productos químicos utilizados para su mantenimiento. Es común encontrar fisuras, grietas estructurales o pérdida de adherencia del revestimiento, lo que puede comprometer la estanqueidad y la seguridad de la piscina.
¿Cómo proceder?
Antes de proceder con la aplicación de un nuevo revestimiento, es imprescindible reparar cualquier daño en la estructura.
Las grietas y fisuras deben sellarse con productos que aseguren la máxima resistencia y flexibilidad. Para este tipo de reparaciones, se recomienda el uso de morteros específicos como Rhona MH-622 o, preferiblemente, Rhona MH-633. Este último es un mortero flexible, lo que lo convierte en la opción más adecuada en piscinas de obra nueva o en aquellas que puedan estar sometidas a movimientos estructurales debido a variaciones térmicas. Su capacidad de absorción de contracciones y dilataciones previene la aparición de nuevas microfisuras y mejora la durabilidad del soporte.
Proceso de pintado
Una vez reparado el soporte, se debe proceder con el revestimiento. La elección del tipo de pintura dependerá de las necesidades específicas de la piscina y de las condiciones a las que estará expuesta. Entre las opciones disponibles, el esmalte bicomponente 2kR Piscinas ofrece una solución de alta resistencia química y mecánica, lo que garantiza una durabilidad superior.
Otra alternativa es la pintura Acrílica Piscinas, que se aplica fácilmente y es adecuada para mantenimientos periódicos. Para superficies previamente tratadas con pinturas de clorocaucho, la mejor opción es continuar con este tipo de recubrimiento, garantizando la compatibilidad con el material preexistente y prolongando la vida útil del acabado.
El proceso de pintado requiere una preparación meticulosa de la superficie. Antes de aplicar cualquier recubrimiento, es fundamental eliminar restos de pintura antigua, limpiar la superficie a fondo y, si es necesario, aplicar una imprimación que favorezca la adherencia del nuevo revestimiento.
Restauración de piscinas de gresite
Las piscinas revestidas con gresite presentan problemas específicos derivados del desgaste de los materiales de agarre y rejuntado. Con el paso del tiempo, es frecuente observar desprendimientos de piezas cerámicas o deterioro en las juntas, lo que puede generar filtraciones de agua y acumulación de suciedad en las uniones.
¿Cómo proceder?
Para restaurar eficazmente una piscina de gresite, el primer paso consiste en eliminar el material de rejuntado defectuoso. Esto es especialmente importante en piscinas donde las juntas han perdido cohesión, ya que una mala adherencia compromete la resistencia del revestimiento. Una vez eliminados los restos del material anterior, se recomienda utilizar Rhona Juntas, un mortero de altas prestaciones diseñado específicamente para garantizar una unión resistente y duradera en entornos húmedos.
En el caso de piscinas con sistemas de cloración salina, es importante tener en cuenta que no se debe emplear un mortero de rejuntado convencional, ya que estos productos pueden deteriorarse prematuramente al estar en contacto con este tipo de agua tratada. Para estas situaciones, la mejor solución es optar por un sistema epoxi, que ofrece mayor resistencia química y una mayor durabilidad frente a agentes agresivos.
Sustitución de piezas de gresite
Si durante la inspección del revestimiento se detecta la presencia de piezas de gresite desprendidas o rotas, será necesario proceder con su sustitución. Para ello, es imprescindible utilizar un adhesivo adecuado que garantice la correcta fijación de las piezas cerámicas al soporte. Rhona Flex es un adhesivo altamente flexible y resistente a la humedad, ideal para la colocación de gresite en piscinas.
Sin embargo, es fundamental no utilizar este mismo adhesivo como material de rejuntado, en su lugar, la opción más óptima es utilizar Rhona Juntas para asegurar un acabado duradero e impermeable.
Restauración de piscinas de poliéster
Las piscinas fabricadas en poliéster presentan un tipo de deterioro distinto al de las piscinas cementosas o de gresite. En estos casos, es habitual encontrar problemas relacionados con el desgaste superficial del material, la aparición de grietas en la capa de gelcoat o defectos estructurales derivados del envejecimiento del poliéster.
¿Cómo proceder?
En presencia de daños estructurales o fisuras de gran profundidad, la reparación debe realizarse con productos recomendados por el propio fabricante, garantizando así la compatibilidad con los materiales originales de la piscina. En estos casos, es fundamental seguir las indicaciones específicas para la aplicación de resinas y reforzar las zonas afectadas con fibra de vidrio si fuera necesario.
Cuando el problema principal es la degradación superficial del recubrimiento, la mejor solución consiste en renovar la capa de acabado mediante la aplicación de un nuevo recubrimiento protector. Para este tipo de intervenciones, el esmalte bicomponente 2kR Piscinas es la opción más recomendada, ya que proporciona una excelente adherencia sobre poliéster y una alta resistencia a los productos químicos y a la radiación UV.
Proceso de pintado
Antes de aplicar el nuevo recubrimiento, es imprescindible preparar la superficie de manera adecuada. Esto implica la eliminación de la capa superficial deteriorada mediante un lijado ligero, seguido de una limpieza profunda para eliminar cualquier residuo que pueda afectar a la adherencia del producto.
Una vez preparada la superficie, la aplicación del esmalte debe realizarse siguiendo las recomendaciones del fabricante, respetando los tiempos de secado entre capas para obtener un acabado uniforme y duradero.
Conclusión
La restauración de una piscina requiere un diagnóstico preciso del estado del soporte y la aplicación de soluciones específicas para cada tipología de material. En piscinas de hormigón, la clave está en reparar correctamente las grietas con morteros flexibles y seleccionar una pintura adecuada que garantice una protección duradera.
En piscinas revestidas con gresite, es esencial sustituir el material de rejuntado deteriorado con productos resistentes a la humedad y, en caso de cloración salina, optar por un sistema epoxi para garantizar la máxima resistencia.
Para piscinas de poliéster, la restauración superficial mediante la aplicación de un esmalte de alta adherencia permite renovar la estética y la funcionalidad de la estructura, asegurando una protección óptima frente al envejecimiento y la exposición a productos químicos.
Siguiendo estos pasos y utilizando los productos adecuados de Isaval, es posible llevar a cabo una restauración efectiva que prolongue la vida útil de la piscina y mantenga sus propiedades estructurales y estéticas en condiciones óptimas. ¿Necesitas más información? Contacta con nosotros o visita tu tienda Isaval más cercana.
