Mural de la «punkiereteira» más grande del mundo
En el corazón de Ortigueira, un municipio gallego conocido por su rica herencia cultural y su prestigioso Festival Internacional del Mundo Celta, se ha alzado un nuevo emblema artístico que rinde homenaje a la tradición local mientras la reinterpreta con una mirada contemporánea. Se trata del primer mural urbano de la localidad, una obra que representa a una «pandereteira», la figura icónica de la música tradicional gallega, transformada en una «punkiereteira«, un símbolo de la fusión entre lo antiguo y lo moderno.
Este impresionante mural, obra de los artistas gallegos Lidia Cao y Cristian F. Caruncho, destaca, además de por su tamaño y su detallado diseño, por la profundidad cultural que encierra. La «pandereteira», tradicionalmente vestida con trajes folclóricos y conocida por su papel en la música y las danzas gallegas, aparece aquí con una actitud desafiante y una estética punk, con el pelo teñido de azul y morado, y una mirada que desafía las convenciones. Es una representación que conecta generaciones, uniendo el pasado con el presente, y que refleja la evolución de la cultura gallega sin perder sus raíces.
Para la creación de esta obra, los artistas utilizaron productos de pintura de Isaval, específicamente el Impermisal liso mate, en una selección de colores azules, amarillos y morados. Estos tonos son capaces de capturar la esencia visual del mural y de aseguran que la obra mantenga su impacto estético a lo largo del tiempo, resistiendo las condiciones climáticas de esta región costera.
El mural de la «punkiereteira» es más que una obra de arte, es una declaración cultural. Ortigueira, una localidad que vive y respira música tradicional, ve en esta obra una nueva forma de celebrar su identidad. Al presentar una figura tradicional bajo una nueva luz, los artistas han logrado mantener viva la relevancia de la cultura gallega en el mundo contemporáneo, mostrando que las tradiciones pueden evolucionar sin perder su esencia.
La utilización de Impermisal liso mate en este proyecto garantiza no solo la durabilidad del mural, sino también la precisión y riqueza de los colores, elementos fundamentales para transmitir la fuerza y el simbolismo de la obra. Cada detalle ha sido meticulosamente ejecutado, reflejando la maestría de Lidia Cao y Cristian F. Caruncho en la creación de murales que cuentan historias y evocan emociones.
Este mural se ha convertido rápidamente en un punto de referencia en Ortigueira, atrayendo tanto a locales como a visitantes que buscan conectar con la rica historia cultural de la región. Es un ejemplo poderoso de cómo el arte urbano puede servir como un puente entre lo tradicional y lo moderno, invitando a la reflexión sobre la identidad cultural en el siglo XXI.