Patricia Pastelero
Departamento de Tintometría.Uno de los departamentos clave de la empresa es el laboratorio técnico, la cuna del I+D+i de Isaval. Por ello, hemos querido mostraros el día a día de una de nuestras compañeras del laboratorio, Patricia Pastelero, departamento de tintometría.
- ¿Podrías hacernos un breve resumen de tu trabajo?
Me dedico a programar y comprobar la producción de los colores que se fabrican en las máquinas Dromont tanto al agua, como al disolvente. También colaboro con los clientes formulando y comprobando colores de nuestras cartas y de otras cartas de colores del mercado.
- ¿Qué funciones desempeñas?
Programo la producción de colores en máquinas Dromont y gestiono la atencion al cliente en los temas de tintometria.
- ¿Has trabajado siempre en el mismo puesto?
No, empecé a trabajar en Pinturas Isaval hace 13 años como auxiliar de laboratorio en el control de calidad de producto terminado. Con el tiempo, fui realizando tareas de I+D+i, fabricando a pequeña escala los productos que comercializamos, analizando productos y haciendo todo tipo de ensayos de laboratorio, desde hace 7 años, me decido en exclusiva a la tintometría.
- ¿Has notado cambio en el tipo de demandas y solicitudes de clientes durante este tiempo?
En la actualidad los clientes demandan colores oscuros y limpios para interior y colores vivos en exterior (posibles gracias a los nuevos colorantes para exterior que se utilizan en Dromont). También fabricamos muchos colores en productos para industria.
- ¿Qué segmento de clientes requiere de más atención técnica?
Los clientes que suelen llamar más a menudo, son los que tienen máquinas tintométricas y necesitan hacer ellos mismos algún color que no está en la base de datos, suele tratarse de muestras que reciben de sus clientes, y necesitan igualar.
- ¿Cuál es el color más raro que has tenido que formular?
Colores raros me piden todos los días, y muestras extrañas me envían de todo tipo, cajetillas de tabaco, infinitud de tapas de registro, y sobre todo, muestras de pintura enviadas por los clientes, que tras años guardadas nos han hecho decretar el estado de emergencia por el olor. Hemos llegado a igualar hasta una carta de colores para bolsos de playa.
¿Podrías contarnos alguna anécdota?
Sinceramente cosas raras me han pasado muchas, pero recuerdo un verano en el que un cliente necesitaba con urgencia los colores de la bandera de su ciudad, y como no teníamos forma de averiguarlos, al día siguiente, el cliente se desplazó hasta Isaval con su bandera, para que pudiésemos igualar los colores. Y ya no os cuento las veces que me han traído botes de pintura totalmente vacíos, para que se los igualáramos, y no había por dónde pillar el color.